El Feliz NoCumpleaños de Blandford

Bueno, para todo el que no lo supiera, ayer se celebró el cumpleaños del señor Blandete, un EFEYLita friki friki donde los haya. Buena comida, buen ambiente, hasta buena temperatura, tenían el aire acondicionado (dos) y un ventilador de lámpara trabajando a marchas forzadas para que todos pudieramos estar a gusto en su entrañable nido de dragón.

La birrita y yo le regalamos un candelabro con dos dragones negros, muy monos (creo que son descendientes de Glaurung o Scatha el Gusano, no sabría concretar), que hizo derramarse la baba de la comisura de nuestro feliz no-cumpleañero.

Sí, no-cumpleañero, porque en realidad cumplió sus taitantos el pasado 7 de Julio (mala fecha ahora, por cierto), y dimos buena cuenta de la canción Disneyera de Alicia en el País de las Maravillas para atormentar al gentilhombre.

A todo esto que me comentó que le gustaría ser local para el EFEYL2006 si yo era su master global, y la verdad, sabiendo de su experiencia y las ganas que le pone a las cosas, además de su buena redacción e ideas, estaría encantado de acogerlo en mi mefítico seno masteril.

Ah sí, también hicimos un ritual de invocación entre Furgo y yo para concederle 1 punto de experiencia EFEYL. No sirve para nada porque EFEYL no tiene sistema de niveles ni de experiencia, pero el día que lo tenga, pues será uno de los pocos afortunados que gocen de uno de estos escasos presentes ;P

Cuando comenzaba a ser noche cerrada se fue la luz y se desató lo que todo el mundo misteriosamente esperaba, pero que realmente fue una sorpresa para todos los presentes. Y es que al final SÍ se organizó un vivo-gimkana a eso de las doce de la noche, ¡la hora de las brujas!

La niña de The Ring, agitando su tornasolados cabellos amenzaba con arrancarnos a dentelladas el alma en menos de 1 hora si no resolvíamos los enigmas que se nos planteaban. Así pues nos recorrimos media Alcalá de Henares buscando pistas y asustando a sus convecinos que vieron como en plena noche una caterva de catorce o quince frikis se dedicaban a salir corriendo por sus calles al grito de "¡¡Nos queda media hora de vida!!". En fin, un sinfín de anécdotas para una buena noche: buscabroncas, sotanos siniestros, carreras nocturnas, textos árabes indescifrables... En definitiva, un gran cumpleaños.

Al final nos salvamos todos y la niña no nos sodomizó con su pelambrera... ¿o morimos? No sé, no me quedó claro del todo. Qué mal rollo.