martes, octubre 18, 2005

Perdido en el Laberinto Laboral

Ayer fue otro de esos días en los que no me tendría que haber levantado de la cama, mi querido blog...

La cosa no salió mal del todo, pero te hablo desde mi silla de ruedas (no, no me ha pasado un trailer de siete ejes por encima, es que la silla es de esas de oficina, con ruedas para no arañar el parquet :P) y estoy destrozado (que no me ha atropellado nadie, coño, pesaos) porque me he tirado andando de aquí para allá todo el santo día.

Amanece la mañana con un plomizo día que me provoca mis consabida jaqueca por mal tiempo (hay una teoría sobre bajas presiones que te acogotan y provocan estas migrañas meteorológicas, pero no estamos aquí para hablar de ese tipo de poagres cientifico-médicas). El caso es que me llama mi madre para que responda al teléfono.

Al parecer alguien está interesado en contratarme para cubrir un puesto de administrativo en Coslada. “Qué bien” me dije “justo donde vivo, ¡qué suerte!”.

¿Suerte? Nones. El dichoso lugar está en el polígono que está al lado de la vía del tren, el polígono más marginal y recóndito de todo este endemoniado pueblo.

No le pondría todos estos calificativos de no ser porque salí a eso de las 12:30 de mi casa para llegar a la 13:00 a la nave donde me esperaban (parece el comienzo del relato sobre un episodio de abducción alienígena…), y terminé apareciendo en el susodicho lugar a eso de las 13:45, tres cuartos de hora tarde, sí, no os equivocáis.

Y muchos diréis “Coño, cabrón, haber salido antes, que vas con la hora pegada al culo”. Pues tenéis toda la razón si no fuera porque ya tenía el lugar localizado por el callejero y que el polígono está a 5 minutos en autobús. Eso es lo que tardó en llegar al lugar, pero la calle no estaba en el sitio que uno se podía esperar.

En primer lugar la calle sólo tenía números pares y yo iba al número 13 (buen número, por cierto, pero cuando uno está somnoliento no se fija en estos detalles) y aquí saltaría la lumbrera a soltarme un “a ver, inútil, si en uno de los lados de la calle están los pares, en el otro lado estarán los impares, ¡cámbiate de acera, marrajo!”

Lo hubiera hecho, os lo aseguro, no tengo un problema de homofobia agudo que me lo impidiera, el problema estaba en que no había otro lado de la calle, si amigos, por estúpido que parezca, a la izquierda tan sólo se puede contemplar la vía del tren y los idem pasar.

Después de mucho caminar, encontrarme gente malencarada, condones usados tirados en medio de la acera, calles solitarias, cruzar autovías con coches a toda pastilla, pasar junto al matadero municipal y ver a la señora de la guadaña afilar su herramienta de labranza contra el quicio de una puerta, finalmente encontré la oficina.

Pasamos la entrevista como buenamente podemos, la chica que me pregunta es bastante simpática y pecosa (una ensalada de manchitas era esa mujer), me presenta el trabajo con todo tipo de facilidades y demás, me comenta los horarios, el sueldo, en qué se trabaja, que los jefes supremos son judios (toda una bicoca, porque además de tener fiestas nacionales tienes que añadir al calendario las fiestas judías :D), etc.

Al final entra la de recursos humanos preguntando que si he pasado la prueba y tal y que por qué he llegado tarde y demás, toda una borde de tomo y lomo que parece ser que quiere opositar al puesto de Miss Vinagre 2006 (confío en ti Duraglar para que no te arrebaten el reinado). La miro con indiferencia, le cuento que eso está en el culo del mundo, además de ser un culo feo y sucio (aunque no con estas palabras, hay que tener en cuenta en todo comentario que suelte sobre hechos pasados que yo soy como bien definió Bender: “Un objetor social concienciado. Es decir: un cobarde). La pécora (sí, ya me cae mal), me acompaña a la puerta y me piro de allí a comer pues había quedado con Heriss por la tarde para irnos de compras.

Habíamos quedado a las 16:30, pero este día no me tendría que haber levantado de la cama así que llegué a eso de las 16:45. La nena un tanto molesta me comenta que un energúmeno, justo cuando estaba a punto de llegar junto a ella se le había parado delante y le había dicho: “¿Te gusta el fútbol?” con cara de tener problemas serios de socialización.

En fin, menos mal que no se había cruzado conmigo, porque si no… habría salido huyendo, eso sí, a toda prisa y llevándome a mi birrita aunque fuese en brazos. Todo sea por ponerla en lugar seguro, que uno en un día así ya se espera de todo.

Pues nada, nos liamos a comprar telas, remaches, una máquina para hacer agujeros al cuero y colocar los remachejos (es que tengo que maquearme una armadura para las EJEN), una lámina bastante hermosa de serraje negro, etc. TOTAL: 60 €, euro arriba, euro abajo. Así no hay quien ahorre una mertá. Tengo que empezar a reducir mis actividades de ocio…

En fin, cargados como mulas volvemos a nuestras respectivas casas. Como golpe de suerte, a la que me pasé por el Daily Price encontré una de esas pelis inéditas de los Monty Phyton “And Now for something complety different” traducida al español por el literal “Se armó la gorda” XD

No obstante cuando estaba volviendo en el tren, para recordarme que no era un buen día, un mendigo se puso a pedir a la gente para su tratamiento. El hombre estaba realmente demacrado, tenía heridas en las piernas en carne viva, los apósitos de cura estaba colgando, parecía como si tuviese algún tipo de “lepra menor”. Evidentemente con las heridas abiertas y sin los apósitos puestos pues el pobre hombre despedía un olor bastante nauseabundo. El hombre se iba santiguando a cada paso que daba y no recibía limosna. Terrible que aún tengamos que ver cosas así en nuestra sociedad “civilizada”, tanto mirar por la miseria de fuera (que todavía está la cosa peor), cuando todavía estamos así en nuestro país.

En fin. Maldita sea esta semana y que pase pronto, ¡por Pólux!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

1- Lamentable la traducción, a alguien va a haber que cortarle los badajines.

2- Deja de chorrear money, que a este paso la neni y tú vais a vivir bajo un cartón de lauki.

3- ¿Fiestas judías?¿ eso significa que este año vas a regalarnos tu prepucio por Hanukka?

4- Cómprate una bici :P

Salud y República!!!

Heriss dijo...

Si tu semana es mala, la mía no te digo nada. Quiero comeeeer. ¡¡¡Tengo hambre!!!

PD: Cualquiera que lea este blog que no nos conozca podría pensar que somos unos marginales (aunque poco nos falta).

PPD: Esto... ¿El cartón de Lauki es de 1 ó 2 litros? ¿A cómo se alquila? ¿Tiene gas natural o butano?