sábado, abril 02, 2005

¡El Apocalipsis Tramal se cierne sobre mi cual espada de Damocles!

Bueno, qué se puede decir de hoy que tan sólo me ha dado tiempo a revisar una trama de las cincuenta y pico que tengo por mirar. Atención, que voy a hacer un recuento de días hasta el evento...

Pues sí, quedan unos veintiocho días, día arriba día abajo, para revisar todas las tramas, y voy a una díaria (siendo optimista, porque no he revisado los contactos, que casi me sale a otro día entero de revisión).

Claro, todo esto no pasaría si al menos tuviera venticuatro horas libres para revisar... como sólo consigo cuatro horas, y siendo optimistas, a este paso el holocausto parece inminente. Con todo y con eso, espero cumplir con los plazos aunque tenga que obviar esto de descansar: dormir es para los débiles.

¿Quién me mandaría a mi meterme en estos fregaos...? Pero basta de lamentaciones, a apretar el culo y tirar pa´alante, que si no me tacharán de inepto y, quieras que no, me jode.

Y ya que saco el tema de joder, eso me trae a la mente este domingo (¡no, pedazo de guarros, no he quedado con la novia! Bueno sí, pero no para lo que estáis pensando, enfermos), que tenemos EFEYLBatallas y Brutalok LaceraChepas enarbolará su látigo por encima de sus infectas y pestilentes alimañas para acabar con esos débiles y llorones humanos de la región de Vethoria. En realida me compadezco de ellos, porque el comando que hemos preparado es lo más munchkin y friki que he visto en años, y conmigo de jefe ya sabéis el resultado que puede dar: "Como quien mezcla azufre, napalm y nitroglicerina en un sopicaldo" Ummm, delicioso.

Bueno, voy a ir dejando estas malignas notas que mañana quiero levantarme pronto, que tengo muchas cosas que hacer, entre ellas llamar a la última ETT que me quería contratar como grabador de datos y los cabrones llevan cuatro días sin dar señales de vida. Y ya se sabe que en España , y yo quiero mamar de las fecundas ubres de la Diosa Fortuna (o por lo menos llenarme los bolsillos de billetitos rosas), así que...

Lo dicho, me despido de vosotros, queridos lectores, os quiero tanto como odio a este blog, y eso es decir mucho.

Y ya que nos ponemos tiernecillos, una mención especial a mi media birra, la chica de mis entretelas, que me está haciendo unos complementos muy chulos para que la gente me tema y odie nada más verme entrar en combate este domingo (o sin entrar). Te quiero preciosa, mañana nos vemos, ¡uoooooooooooooh!